Ayer, con la votación en el Senado de la ley Sinde, mucha gente se interesó en poder seguirla. No puedo confirmar si la emitió algún canal de televisión, creo que no. Sólo RTVE, a través de su página web, en un feed que suelen utilizar para emisiones exclusivas a través de internet lo hizo (http://www.rtve.es/noticias/directo2/) y me imagino que a través de la página web del senado también se podría (no lo comprobé).
Viendo los comentarios de la gente a través de Twitter (siguiendo el hashtag #nolesvotes) me di cuenta que muchos se sorprendían por la forma de votar de nuestros queridos senadores:
Fuente del tweet capturado: http://twitter.com/aderojas/status/35380855643963392
Obviamente esto es algo que se llama disciplina de partido. No es algo nuevo. Nuestros representantes no votan lo que ellos puedan pensar que interesa a la gente que los ha elegido. Votan lo que les mandan en sus partidos. Y los partidos votan lo que interesa a sus “intereses” (a veces puede dar la casualidad que estos intereses coincidan con los de los votantes y todo!!!!!)
Y cosas como estas es lo que me hace pensar que a nuestros queridos políticos no les interesa un canal en abierto, accesible en todos los hogares españoles como ocurre en Francia o en Reino Unido, por poner dos ejemplos cercanos. Si además de estar al tanto de lo que ocurre en la casa de Guadalix de la Sierra, que me parece muy bien, en España pudiéramos estar al tanto de lo que ocurre en la “casa” donde nuestros representantes realizan su trabajo, muchos se darían cuenta de cómo funciona esta gente y podrían tener más criterio a la hora de ir a las urnas, y quizás eso no interese.
El canal del Parlamento y el del Senado emiten a través del satélite Hispasat y de sus respectivas páginas web, pero ellos saben que la audiencia potencial a través de esos medios es prácticamente nula. Otra cosa sería disponer de uno o varios canales a través de la TDT, el medio universal que llega a casi todos los hogares de España. Tenemos espacio en la TDT para canales de todo tipo, menos para los canales de verdadero servicio público. Y eso es responsabilidad de quien reparte el espectro radioeléctrico: los políticos.
