Con la crisis, las televisiones públicas españolas (RTVE, autonómicas y municipales) andan como locas recortando gastos como pueden. Varias autonómicas como la aragonesa y la valenciana han cortado sus emisiones vía satélite, a pesar de que resulta un servicio muy demandado sobre todo para la gente que vive fuera. RTVE elimina proyectos como el Cultural.es… No se renuevan programas para las próximas temporadas. No se renuevan derechos deportivos excesivamente caros como la Premiere League en RTVE, etc... Y la verdad, no me parece mal. En esta época lo que menos debemos hacer es derrochar.
Sin embargo, si que me llama la atención que ninguna de estas televisiones acuda al concepto de compartir recursos con otras televisiones públicas para poder seguir ofreciendo ciertos servicios al ciudadano. Internamente no se si realizarán algún tipo de colaboración, pero de cara al espectador estos parecen nulos. No conozco ningún caso en que RTVE compre un programa a una autonómica o al contrario. Supongo que existirán casos, pero ahora mismo no recuerdo ninguno. Pero debería ser tan habitual que todo el mundo conociera algún caso. Programas de la televisión aragonesa, o de la asturiana, o de la vasca… que pudieran verse en toda España a través de algún canal de RTVE. Son programas ya realizados, que no han sido explotados a nivel nacional, y que podrían reutilizarse. Productos baratos, incluso gratuitos si llegaran a algún tipo de acuerdo de mercado de intercambio, que rellenarían horas y que harían que los españoles nos conociéramos mejor.
Este desencuentro comenzó con el gobierno de Felipe González y su ley del Tercer Canal. La idea era que RTVE creara un tercer canal con desconexiones territoriales, canal que gestionaría la comunidad autónoma correspondiente. Pero esa idea estaba claro que en España no estaba bien vista por ciertas comunidades autónomas que no dudaron en crear un tercer canal propio incluso antes de que esta ley viera la luz (es el caso de la televisión vasca) y posteriormente la catalana, amparándose en sus estatutos de autonomía, como posteriormente han hecho prácticamente todas las comunidades, unas antes que otras.
Esta idea inicial estaba próxima al modelo francés. Nuestros vecinos no tienen televisiones autonómicas como tales. En su lugar existe un canal nacional, France 3, que a ciertas horas del día realiza desconexiones para emitir contenidos realizados para y por los diferentes “centros territoriales” pero luego emite lo mismo para toda Francia. Está claro que la idea de estado que tienen ellos no se corresponde con la nuestra. El modelo de financiación de la televisión estatal francesa es similar al nuestro (mejor dicho, nosotros nos hemos copiado del modelo francés).
Sin duda hubiera resultado casi con total seguridad un modelo mucho más económico que el actual, en el que tenemos una televisión pública en todas las comunidades (excepto en Cantabria, La Rioja, Castilla y León, y Navarra) con 10200 empleados fijos en el conjunto de las televisiones autonómicas. Sumados a los 6500 que tenía RTVE (según la Wikipedia, a principios de 2009), nos encontramos con cerca de 20.000 empleados para ofrecer un servicio en muchos casos redundante. Sólo la televisión catalana cuenta con casi 3000 empleados, casi cuatro veces más que por ejemplo Telecinco que cuenta con aproximadamente 800 trabajadores (es lo que tiene aprovechar al máximo a Belén Esteban y JJ Vázquez).
El modelo televisivo español se parece, en cierta medida, algo más al modelo de televisión alemán, salvando las distancias, por supuesto. Existe lo que sería el equivalente a RTVE, una televisión estatal llamada ZDF con una señal única para toda Alemania. Y luego está la ARD, algo similar a nuestra FORTA, pero con una gran diferencia. La ARD gestiona un canal, Das Erste (La Primera), que emite a nivel nacional con el aporte de contenidos de las diferentes televisiones regionales alemanas que conforman la ARD. Independientemente estas televisiones regionales gestionan canales que emiten sólo para su región. Todos sabemos que el modelo de estado alemán es el ejemplo típico de federalismo, lo cual hace que este modelo televisivo no sea extraño. En Alemania las televisiones públicas se financian en parte mediante una tasa (ver algo más de información aquí) que pagan los ciudadanos. Es una televisión pública muy potente.
De ambos modelos, del francés y del alemán, podríamos tomar alguna cosa. Por ejemplo, las emisiones vía satélite de las autonómicas. Yo comprendo que como andaluz me gusta tener un canal como Andalucía TV, aunque lo vea relativamente poco. Y a un extremeño le gustará su canal Extremadura TV. Pero llegados al caso aragonés y valenciano, en lugar de eliminar la señal del satélite, ¿por qué no llegar a un acuerdo para crear un canal conjunto al estilo de TV5Monde y así repartir costes? Se podría dividir perfectamente la programación en franjas, ocupadas por contenidos de cada autonómica, para que todos los españoles dispersos por el mundo tuvieran acceso a los contenidos más destacados de sus televisiones autonómicas. Además podría ser un canal perfectamente distribuible en la TDT autonómica, muy desaprovechada en la mayoría de las autonomías, para que toda España pudiera disfrutar de contenidos realizados en otras comunidades, anexas o no.
También como he dicho más arriba, se podrían compartir mejor los contenidos, tanto para ser emitidos por RTVE como por las propias autonómicas ¿Por qué podemos ver y compartir Heroes en varias comunidades autónomas y no se hace lo mismo con otros programas? Si, ya se que hay excepciones, generalmente algún que otro concurso que se comparte entre las diversas autonómicas, pero no es lo más habitual ¿Por qué hay que crear una versión local de Padre Casares en Andalucía, en Baleares o en Madrid si ya está realizada la serie para la televisión gallega? ¿Por qué en Castilla-La Mancha no aprovechan La Copla de Canal Sur y sin embargo tienen que gastarse dinero en crear una versión propia para ellos y los valencianos? Gracias a la TDT podemos tener varios idiomas en la misma emisión, y elegir el que más nos interese, así que no habría problema para productos en catalán, vasco, gallego o cualquier otro idioma. Incluso se podría solucionar con subtítulos para preservar y dar a conocer los idiomas que hay en España. ¿Por qué podemos ver una serie americana en Aragón y sin embargo no se emite una serie andaluza?. Y si en la catalana hacen un programa bueno, ¿porqué no lo emiten por otras autonómicas subtitulado o doblado al español? ¿Por qué los Rangers de Texas no atentan contra nuestra identidad y cultura y podemos verlos en todo el estado y sin embargo Arrayán no es adecuado para otras regiones de España?
Lo mismo ocurre con los informativos. ¿Para qué tiene que gastar esfuerzo y recursos la televisión andaluza en hacer una sección de noticias nacionales e internacionales cuando eso ya lo hace RTVE? ¿Por qué no se puede emitir el Telediario de La 1 después de las noticias de Canal Sur y así complementar la oferta? ¿Qué más le da ya a RTVE tener más o menos audiencia? Si estamos hablando de servicio público, ¿qué tienen que ver ya estas rivalidades entre televisiones que se pagan todas con dinero extraído del mismo bolsillo?
Es que puestos a ahorrar, ¿por qué no se unifican RTVE y las televisiones autonómicas en un ente televisivo nacional que sea capaz de ajustar los presupuestos y racionalizar los recursos? ¿Qué necesidad hay de crear un Andaluces por el Mundo, Madrileños por el Mundo, Aragoneses por el mundo, si se puede crear Españoles por el mundo donde sale gente de todas las comunidades? ¿Es necesario llegar a tal extremo de chovinismo provinciano y paleto? ¿Qué más me da ver a mi a un sevillano en Rusia, si yo estoy viendo ese programa por ver las cosas que hay en Rusia, y no por ver al sevillano? Si, ya lo se. La respuesta es muy sencilla. No se puede porque todo el mundo quiere meter mano. Y las televisiones no son más que un aparato propagandístico del gobierno de turno. Y uno del PP no va a dejar que meta la mano uno del PSOE y viceversa, en la televisión que se ve en SU comunidad. Pues nada, así nos va, y así nos irá…